sábado, 23 de octubre de 2010

¿Y si el mundo fuera justo?

Recuerdo la última vez que me dijeron: "Si el mundo fuera perfecto sería muy aburrido".

-¡Y una mierda!- pensaba yo, ya que siendo imperfecto tampoco me parecía divertido.

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Pero el tiempo nos enseña a verlo todo de otra modo.
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Esta mañana me apetecía silbar. Y no, no se hacerlo. Pero; ¿y si el mundo fuera justo? ¿Y si hubiera podido hacerlo? Si, habría silbando, lo habría hecho durante toda la mañana, pero a la tarde ya estaría aburrida. Quizás después quisiera cantar ópera, cosa que no se, pero ¿y si fuera tan fácil como pedirlo? Pues lo haría, si, y seguramente al día siguiente ya me habría cansado de ello, y buscaría algo nuevo, hasta acabar sin ideas; acabar sin tener nada nuevo que hacer.
Pero si todo eso que quería, lo hubiera tenido que conseguir por mi propio pie habría sido distinto. Porque no me habría cansado tan rápido de ello, e incluso habría disfrutado más solo por el esfuerzo que habría requerido conseguirlo.

Es por ello que la vida no es perfecta. Pues si lo fuera, no la apreciaríamos por igual. Nos pone obstáculos que tenemos que superar, porque si las cosas son más difíciles de alcanzar es porque son más valiosas, y eso es lo que descubrimos cuando las conseguimos.


Que la vida no sea justa no la hace más divertida, pero si más interesante.


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