sábado, 13 de noviembre de 2010

Nueva entrada.

Nueva entrada en mi otro blog:
http://sincorduranirazon.blogspot.com/

Hacía tiempo que no publicaba, y la verdad es que esa entrada estaba preparada hace ya tiempo, pero aún no me había decidido a subirla. Está basada en una conversación real (bueno, realmente en dos, cada una con una persona distinta). Se agradece tener conversaciones tan profundas de vez en cuando, te hacen meditar sobre ciertas cosas.

Ahora bien; quería hablar sobre el tema que trato en mi nueva entrada. Como no, cada uno lo verá de una manera, pero el significado que tiene para mi es el de la inocencia y tranquilidad con la que vivimos todos nuestra infancia hasta sucumbir ante ese horrible y despiadado enemigo llamado Amor.
De pequeños todos queremos saber que es; queremos conocerlo, y una vez lo hacemos, deseamos no haberlo conocido nunca (claro está, eso depende de la persona).
Como ya habréis podido observar, estas nuevas generaciones cada vez tienen más prisa por saber lo que se siente. Niñas y niños de 12 años (o menos) de edad que buscan desesperadamente alguien de quien quedarse prendado y que, en caso de no conseguirlo o de que las cosas salgan mal, caer en una profunda depresión y decir que van a a acabar solos por siempre. Para seros sincera; las situaciones así me parecen realmente patéticas (por no decir estúpidas). He visto a personas de 50 años divorciadas luchar más que vosotros por seguir buscando a su media naranja.
Yo, como siempre he dicho, este problema deriva mayormente de la sociedad que nos rodea. Hace 40 años los jóvenes no solían empezar a emparejarse hasta los 20 años, ahora en cambio, si antes de los 18 no has estado con nadie, la gente te tacha de estrecha, fracasada o vete tú a saber...
Y no hablemos de la necesidad de procrear porque ya desvariamos suficiente con este tema...
En cuanto al tema del amor, seguiré tratándolo en otra entrada que tengo preparada (y que ya veré cuando la publicaré...).

Sobre lo hablado ya solo me queda añadir que yo no se porque la gente se complica tanto la vida; realmente yo vivía más feliz emparejando a mis muñecos sin necesidad de emparejarme a mi misma con nadie. En mi opinión, tuve una buena infancia; sin preocupaciones, sin amores... sin duda volvería a esos tiempos.


4 comentarios:

  1. Me alegra haber sido un horror más.

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  2. Yo no he dicho eso en ningún momento, lo que pasa es que tú lo entiendes a tu manera...

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  3. Me ha entrado añoranza ahora por la infancia.
    Como duele a veces es el sentimiento, ojala yo también pudiera estar emparejando muñecos.

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