domingo, 22 de mayo de 2011

Perspectivas pesimistas.

Llevaba mucho tiempo con ese mismo sentimiento. Es verdad lo que dicen de que las personas nos complementamos mutuamente. De un modo u otro todos necesitamos a alguien que nos sirva de apoyo cuando nos fallan las fuerzas. Han sido años viviendo de las sombras y hologramas. Todos parecen tan reales, tan vivos... pero en cuanto anochece se esfuman con la tormenta.
Te tengo a ti, eso es cierto. Siempre te he tenido, pero ya no puedo verte. ¿Porque tuviste que marcharte? Me haces tanta falta... era más fácil cuando estábamos juntos; nadie podía undirnos mientras permaneciéramos uno al lado del otro. Te echo muchísimo de menos.
Y ahora creía que al fin había encontrado algo que se asimilara a ti; algo que me devolviera la esperanza, mi apoyo, un hombro sobre el que llorar, y alguien a quien llamar a las 5 de la mañana si se le necesita.
He de admitir que incluso lo había considerado el definitivo, estaba empezando a recobrar la esperanza que perdí estos últimos años. Pero no, nada es lo que parece a simple vista.
Dicen que en los momentos duros es cuando descubrimos quienes son nuestros amigos de verdad y quienes no son más que fantasmas.

Ahora ya sabemos de que material estás hecho.

Ni en dos años acabamos de conocer a las personas; siempre nos acaban sorprendiendo.

Ya solo me quedas tú para conservar la poca esperanza que me queda.
Y ahora te necesito más que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario